Esta popular jota, ‘corre que te corre’ como podrán leer a continuación, fue recogida por nuestro querido y añorado compañero y amigo Alejandro Céspedes en el pueblo de Castrillo de la Vega.
Nuestro Director y Fundador, Francisco Javier Hernando Cuende, relata en su libro “La Dulzaina” cómo en 1.978 comenzó a dar clases de dulzaina en la sede de la Peña ‘San Juan del Monte’ y “uno de los primeros contagiados fue D. Alejandro Céspedes, que asistió con unos jóvenes varios meses a esta actividad, contagiando después (como párroco de la iglesia de Capiscol) a su vez a otros”.
El pregón de las fiestas de Santiago del año pasado en Castrillo de la Vega lo dio Narcisa Muñoz, fundadora y directora del Grupo de Danzas la Encina, del mismo pueblo. En él cuenta cómo D.Alejandro se hizo con esta jota:
“Buenas tardes a todos! Este año nos han pedido el ayuntamiento al grupo de danzas La Encina, el primero que se formó hace más de 35 años, que demos el pregón de las fiestas, y como su directora me toca empezarlo a mí./…
…/Las jotas y coplas de los pueblos eran la sabiduría del mismo y en ellas se reflejaba el sentir popular. Eran como el periódico de ahora …, por lo que hacíamos jotas que reflejaban el carácter de la ribera y son parte de nosotros, bueno, de todos vosotros, siempre eran alegres y vistosas. Dicen los grupos de la zona norte de Burgos que debían ser las chuletillas y el buen vino.
Por ejemplo la jota del “Corre que te corre”. No hay grupo de dulzaineros que no la toque y de esto quiero contaros una anécdota: en las fiestas de Hoyales nos llamaron para actuar y me dicen que no tenemos que llevar dulzaineros, que tienen unos niños de Burgos de una escuela de dulzainas y que ellos tocarán las jotas, pero con tan mala suerte que no tenían tambor y las niñas estaban acostumbradas a bailar al ritmo de éste en vez de al de las dulzainas. Así que aquello fue un desastre y en medio de la actuación dije “ALTO, que las niñas saben bailar” y terminamos la actuación cantándolas yo y salió perfecto. Con esto nos vinimos avergonzadas a Castrillo, por la noche, a eso de las doce llamaron a la puerta de mi casa y era el director de esos chicos todo avergonzado, pidiéndome perdón y rogándome que si podía enseñarle la jota del “corre que te corre” pues le pareció preciosa. Y así vino a casa al otro día, la escribió en partitura y la enseñó en la escuela, por lo que fue muy divulgada y aquellos alumnos son los dulzaineros del presente. Aquel director era Alejandro Céspedes, el “cura de Capiscol” …un barrio de Burgos. Un señor como hombre y como cura fuera de lo común, a partir de entonces fuimos grandes amigos, que Dios le tenga en la gloria pues se lo merecía.”
Es ese el origen de esta jota, tan alegre como divertida, que narra las verdaderas carreras que tenían lugar en el pueblo para llegar cuanto antes a la fuente con el caldero -en tiempos en los que no había agua en las casas- para no tener que estar esperando turno para coger agua.